Después de haberle huido al cáncer durante 20 años, con un
estilo de vida saludable, orgánico, vegetariano y hasta más. Este “temible”
enemigo me alcanza para darme una lección:
_”el cáncer es un oasis de amor puro y verdadero,
en medio de la aridez
que deja a su paso el EGO”.
Hoy creo que el Cáncer es el antídoto
que Dios permite contra la peor enfermedad que existe el EGO.
Es irónico pero en medio de un proceso tan desconocido como doloroso, puedes
experimentar el amor verdadero, ese que lo da todo sin esperar nada a cambio,
ese que mueve el corazón de miles de personas para bajar el cielo y hacer
posible lo imposible.
El cáncer hace posible lo que el Ego hace imposible.
Del mismo modo que las células cancerígenas se duplican a una
velocidad descontrolada, así mismo crece y se multiplica el amor de quienes te
acompañan, incluso de personas que no te conocen en países y ciudades que nunca
has visitado.
Hoy creo que mi misión consiste en hacer las cosas al revés, en hacer
que el amor crezca de forma descontrolada sin tener como motor un cáncer y
contagiar a muchas personas para que este sentimiento fluya de sus
corazones libremente y con la misma libertad sea compartido.
Hoy mi concepto cambio totalmente, ya no le temo al cáncer por el
contrario pienso que es una hermosa forma de abandonar este mundo, pues el derroche de
amor que se experimenta en esta enfermedad no se podría vivir en un fuego
cruzado, ni en las multiples formas de abusar y violentar a un ser humano ni siquiera en una muerte
natural.
Finalmente todos quienes hoy estamos “vivos”, también estamos
destinados a partir algún día.
y si hoy yo pudiese elegir mi ultimo viaje, elegiría sin duda morir invadida
de amor o de cáncer, que para mi son sinónimos.
Natalia Ortiz
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