domingo, 14 de febrero de 2016

REFLEXIONES SOBRE EL CANCER INFANTIL

15 de febrero,
Hoy día Internacional del Cáncer Infantil
Desde mi experiencia frente a este monstruo de mil caras que tristemente va en aumento, atacando a los más indefensos.
Quiero compartir mis puntos de vista, los cuales han madurado a lo largo de estos 2 años en los cuales además de la dolorosa partida de Jerónimo, he tenido la oportunidad de acompañar a otras madres e hijos en la batalla contra el cáncer infantil.
Nada es lo que parece
Hay estereotipos que llevamos en nuestra mente, tal vez sean un común denominador en la mayoría de casos de cáncer infantil, como la palidez, la perdida de peso sin razón, la ausencia de cabello, la falta de energía, pero no todo es lo que parece.
En nuestra experiencia, todos los síntomas fueron engañosos,
El primer síntoma en aparecer, fueron vomitos inexplicables a los 6 meses. El pediatra y yo pensamos que era reflujo, yo fui una niña con reflujo, así que dimos por hecho que era hereditario  así que tomamos medidas para evitarlo, y efectivamente los vomitos desaparecieron por varios años, hasta que a sus cuatro añitos, volvieron a manifestarse, nauseas y vomitos en la mañana, no eran muy seguidos, solamente uno o dos días al mes y después de una jugarreta intensa y llena de carcajadas, siempre vomitaba, no le dimos mucha importancia, por que a mi me pasaba lo mismo cuando era niña.
Alguna vez acudimos a urgencias, por vomitos inexplicables, pero como nada es lo que parece, se le practicaron exámenes de rutina para descartar infección intestinal, se realizan placas de tórax, cuadro hemático, parcial de orina y todo salió bien, ni infección, ni bacterias; el cuadro hemático arrojo parámetros totalmente normales.  Misteriosamente, los síntomas desaparecen y el monstruo sigue creciendo en silencio. Creo que hace mucha falta más conocimiento de nosotros los padres y de los médicos para poder detectar a tiempo el cáncer infantil; Es de vital importancia, no dejarlo como la última opción en un diagnóstico, en mi concepto es lo primero que se debe descartar, para poder actuar a tiempo, no cuando ya está muy avanzado como en nuestro caso.
Otro de los síntomas engañosos fueron los dolores en sus piececitos. Este síntoma conmunmente lo asociamos con los dolores por crecimiento o por que los niños caminan descalzos en pisos frios. A mi y a mis hermanas también nos dolieron los pies en las noches y para esto el mejor calmante era un buen masaje de mamá y para rematar nos envolvia los piececitos en bufandas calientitas. Pues esto era lo que yo también le hacia a mi Jerónimo, hasta que el me decía “listo mamí, ya me paso”
¡¡¡Ahhhhhh que equivocada estaba!!! ¿Pero quien se iba a imaginar lo peor?
Si al contrario de los estereotipos, Jerónimo era el más juguetón, rozagante, fortachón, comelón, etc….
Durante sus 4 añitos,  aparece otro síntoma, sudor excesivo en las noches, teníamos que cambiar su pijama mojada en sudor a las 12:00pm debo confesar que nunca consulte por esto.
Otro síntoma engañoso, eran dolorcitos de cabeza, que al igual que a mí me sucede aparecen al estar expuesto a mucho calor y al sol, como al viajar en la ruta del colegio de regreso a casa en horas de la tarde. Estos dolores desaparecían dándole un buen descanso, agua y fruta fresca.
El único, definitivo y alarmante síntoma que desenmascaro el monstruo oculto, fue un dolor de cabeza tan fuerte como una migraña,  Jerónimo gritaba de dolor, no soportaba la luz, ni la voz de nadie. Fue tan contundente que perdió fuerza y control de sus extremidades. Y de ahí en adelante viene nuestra historia de lucha frente a un tumor cerebral.


¿Podemos evitar o prevenir el cáncer infantil?
Este es un tema bastante intenso, en el que desde varios puntos de vista todos quieren aportar alguna formula mágica que evite  este padecimiento o lo desaparezca por completo., yo también quisiera encontrar alguna palabra, alguna bebida, alguna oración que se llevara lejos a todos los monstruos que han llegado al cuerpo de un niño.
Pero muy a mi pesar tengo que ser realista y confesar que no existen formulas mágicas, para curar, ni para prevenir.  Puede ser está una posición muy “negativa”, pero sí así fuera, ya existirían grandes avances en prevención de este monstruo. Y no hubiesen casos de cáncer en personas que tienen hábitos saludables, alimentaciones veganas o mediterráneas y además tienen  actividad física regular.
A pesar del bofetón del cáncer de Jerónimo y de preguntarnos ¿por qué? Si tenemos hábitos saludables, ¿por qué? si evitamos la comida chatarra ¿por qué? Si fue un niño amado y deseado ¿por qué ¿ si era intensamente feliz?.
Comprendí que el cáncer no es una enfermedad de coherencias, y mucho menos en la infancia. Este monstruo de mil caras, de mil formas y mil nombres diferentes, casi nunca tiene motivos razonables ni antecedentes familiares para aparecer, aquí les comparto una serie de mitos y realidades que descubrí en primera persona.


Mitos y Realidades del Cáncer Infantil
1. El cáncer infantil no se hereda, así como lo explican los médicos, es una lotería que se ganaron sin comprar el billete.
2. El cáncer de un adulto es diferente al de un niño
Actualmente, muchos adultos se han curado aplicando alimentaciones veganas y terapias alternativas varias. Pero esto poco y nada tiene que ver con el manejo cáncer infantil. Lo que funciona en un adulto, no funciona igual en un niño
3. El cáncer Infantil = muerte,
Nunca debemos pensar en esta relación, el cáncer en todos los niños es diferente, sus cuerpos, sus sistemas inmunes actúan de diversas maneras. y nunca se debe generalizar.
4. Terapias alternativas:
En nuestra experiencia, además de todo el despliegue y asistencia médica que tuvo Jerónimo, nosotros como familia nos encargamos de mantenerlo cubierto con terapias biológicas, extractos concentrados de plantas que prometían en 16 días aniquilar a las células tumorales, bebidas antioxidantes “las mejores del mercado”, una monjita con el Don de sanidad, quien visitaba a mi hijo y le hacia el masaje que le practicaba a todos sus pacientes y realmente ¡muchos se sanaban!, Oración, muchísima oración y sobre todo mucho, pero mucho, mucho amor. Ante este gran arsenal de terapias y sentimientos positivos, lo menos que esperábamos, era salir triunfadores de esta guerra. Pero ese no fue nuestro caso, eso no quiere decir que el desenlace de la historia de otros niños con cáncer sea la misma, yo pienso que hay que dar la guerra con todas las armas.
5. El cáncer  de un niño, es diferente al de otro niño
Como humanos, solemos comparar y mucho más en casos de cáncer infantil, en los que  no queremos ser los únicos, y cuando encontramos casos similares, empezamos a establecer  juicios o parámetros que generalizan. Pero esto es un error, pues este monstruo de mil caras como yo le llamo, actúa  diferente en todos los niños, así que no es sano comparar mi caso con el de otros niños. Lo que ha funcionado para unos, no ha funcionado para otros.
6. Los golpes en la cabeza, generan tumores cerebrales:
 Es falso que pensemos que un golpe puede generar un tumor cerebral, si esto fuese cierto creo que el 99% de la población, padecería de tumores cerebrales.
7. La radiación emitida por los celulares y microondas, son los causantes de los tumores cerebrales:
Es falso,  si esto fuese cierto, no llegaría niños con tumores cerebrales y otros tipos de cáncer, provenientes de la alta guajira, las selvas del choco y el amazonas, zonas donde sus madres no cargan con el celular en la mano todo el día y mucho menos calientan la comida en microondas.
8. Buscar culpables, es muy humano tratar de buscar un responsable, pero lo único cierto es que no existe algo o alguien culpable de ningún tipo de cáncer infantil. No te desgastes en escudriñar tu pasado, el de tu pareja o el de tu familia, nadie tiene la culpa.
¿y entonces que podemos hacer por nuestros hijos?
Llevar un estilo de vida saludable, nunca está de más, yo lo sigo haciendo a pesar de mi desengaño, por que me apasiona vivir saludablemente, no conozco otra forma de vivir.
Creo que es mucho lo que se puede hacer, pero se debe hacer  desde la juventud, si estamos pensando en convertirnos en padres en un futuro. Lo correcto es no esperar a quedar en embarazo para comer saludable y tener actividad física.
Ser consciente, de que hemos dado lo mejor hasta el extremo, nunca debemos cansarnos de darles lo mejor y de enseñarles buenos hábitos. Aunque eso no garantice que el cáncer se mantenga alejado de nuestros hijos.

Por último y lo más importante que podemos hacer por nuestros hijos es amarlos, amarlos con locura, intensamente, disfrutar de sus vidas  como el regalo más valioso del mundo, y hacerlos muy muy felices, darlo todo por verlos sonreír, aunque esten afrontando una cruel enfermedad como el cáncer.