15
de febrero,
Hoy
día Internacional del Cáncer Infantil
Desde
mi experiencia frente a este monstruo de mil caras que tristemente va en
aumento, atacando a los más indefensos.
Quiero
compartir mis puntos de vista, los cuales han madurado a lo largo de estos 2
años en los cuales además de la dolorosa partida de Jerónimo, he tenido la
oportunidad de acompañar a otras madres e hijos en la batalla contra el cáncer
infantil.
Nada
es lo que parece
Hay
estereotipos que llevamos en nuestra mente, tal vez sean un común denominador
en la mayoría de casos de cáncer infantil, como la palidez, la perdida de peso
sin razón, la ausencia de cabello, la falta de energía, pero no todo es lo que
parece.
En
nuestra experiencia, todos los síntomas fueron engañosos,
El
primer síntoma en aparecer, fueron vomitos inexplicables a los 6 meses. El
pediatra y yo pensamos que era reflujo, yo fui una niña con reflujo, así que
dimos por hecho que era hereditario así
que tomamos medidas para evitarlo, y efectivamente los vomitos desaparecieron
por varios años, hasta que a sus cuatro añitos, volvieron a manifestarse,
nauseas y vomitos en la mañana, no eran muy seguidos, solamente uno o dos días
al mes y después de una jugarreta intensa y llena de carcajadas, siempre
vomitaba, no le dimos mucha importancia, por que a mi me pasaba lo mismo cuando
era niña.
Alguna
vez acudimos a urgencias, por vomitos inexplicables, pero como nada es lo que
parece, se le practicaron exámenes de rutina para descartar infección
intestinal, se realizan placas de tórax, cuadro hemático, parcial de orina y todo salió bien, ni infección, ni bacterias; el cuadro hemático arrojo parámetros totalmente normales. Misteriosamente, los síntomas desaparecen y el monstruo sigue
creciendo en silencio. Creo que hace mucha falta más conocimiento de nosotros
los padres y de los médicos para poder detectar a tiempo el cáncer infantil; Es
de vital importancia, no dejarlo como la última opción en un diagnóstico, en mi
concepto es lo primero que se debe descartar, para poder actuar a tiempo, no cuando ya está muy avanzado como en nuestro caso.
Otro
de los síntomas engañosos fueron los dolores en sus piececitos. Este síntoma
conmunmente lo asociamos con los dolores por crecimiento o por que los niños
caminan descalzos en pisos frios. A mi y a mis hermanas también nos dolieron
los pies en las noches y para esto el mejor calmante era un buen masaje de mamá
y para rematar nos envolvia los piececitos en bufandas calientitas. Pues esto
era lo que yo también le hacia a mi Jerónimo, hasta que el me decía “listo
mamí, ya me paso”
¡¡¡Ahhhhhh que equivocada
estaba!!! ¿Pero quien se iba a imaginar lo peor?
Si al contrario de los
estereotipos, Jerónimo era el más juguetón, rozagante, fortachón, comelón, etc….
Durante sus 4 añitos, aparece otro síntoma, sudor excesivo en las
noches, teníamos que cambiar su pijama mojada en sudor a las 12:00pm debo
confesar que nunca consulte por esto.
Otro síntoma engañoso,
eran dolorcitos de cabeza, que al igual que a mí me sucede aparecen al estar
expuesto a mucho calor y al sol, como al viajar en la ruta del colegio de
regreso a casa en horas de la tarde. Estos dolores desaparecían dándole un buen
descanso, agua y fruta fresca.
El único, definitivo y
alarmante síntoma que desenmascaro el monstruo oculto, fue un dolor de cabeza
tan fuerte como una migraña, Jerónimo
gritaba de dolor, no soportaba la luz, ni la voz de nadie. Fue tan contundente
que perdió fuerza y control de sus extremidades. Y de ahí en adelante viene
nuestra historia de lucha frente a un tumor cerebral.
¿Podemos
evitar o prevenir el cáncer infantil?
Este
es un tema bastante intenso, en el que desde varios puntos de vista todos
quieren aportar alguna formula mágica que evite
este padecimiento o lo desaparezca por completo., yo también quisiera
encontrar alguna palabra, alguna bebida, alguna oración que se llevara lejos a
todos los monstruos que han llegado al cuerpo de un niño.
Pero
muy a mi pesar tengo que ser realista y confesar que no existen formulas
mágicas, para curar, ni para prevenir.
Puede ser está una posición muy “negativa”, pero sí así fuera, ya existirían
grandes avances en prevención de este monstruo. Y no hubiesen casos de cáncer
en personas que tienen hábitos saludables, alimentaciones veganas o mediterráneas
y además tienen actividad física
regular.
A pesar del bofetón del
cáncer de Jerónimo y de preguntarnos ¿por qué? Si tenemos hábitos saludables, ¿por
qué? si evitamos la comida chatarra ¿por qué? Si fue un niño amado y deseado ¿por
qué ¿ si era intensamente feliz?.
Comprendí que el cáncer
no es una enfermedad de coherencias, y mucho menos en la infancia. Este
monstruo de mil caras, de mil formas y mil nombres diferentes, casi nunca tiene
motivos razonables ni antecedentes familiares para aparecer, aquí les comparto
una serie de mitos y realidades que descubrí en primera persona.
Mitos y Realidades del
Cáncer Infantil
1. El cáncer
infantil no se hereda, así como lo explican los médicos, es una lotería que se
ganaron sin comprar el billete.
2. El cáncer
de un adulto es diferente al de un niño
Actualmente, muchos
adultos se han curado aplicando alimentaciones veganas y terapias alternativas
varias. Pero esto poco y nada tiene que ver con el manejo cáncer infantil. Lo
que funciona en un adulto, no funciona igual en un niño
3. El cáncer
Infantil = muerte,
Nunca debemos pensar en
esta relación, el cáncer en todos los niños es diferente, sus cuerpos, sus
sistemas inmunes actúan de diversas maneras. y nunca se debe generalizar.
4. Terapias
alternativas:
En nuestra experiencia,
además de todo el despliegue y asistencia médica que tuvo Jerónimo, nosotros
como familia nos encargamos de mantenerlo cubierto con terapias biológicas,
extractos concentrados de plantas que prometían en 16 días aniquilar a las células
tumorales, bebidas antioxidantes “las mejores del mercado”, una monjita con el
Don de sanidad, quien visitaba a mi hijo y le hacia el masaje que le practicaba
a todos sus pacientes y realmente ¡muchos se sanaban!, Oración, muchísima
oración y sobre todo mucho, pero mucho, mucho amor. Ante este gran arsenal de
terapias y sentimientos positivos, lo menos que esperábamos, era salir
triunfadores de esta guerra. Pero ese no fue nuestro caso, eso no quiere decir
que el desenlace de la historia de otros niños con cáncer sea la misma, yo
pienso que hay que dar la guerra con todas las armas.
5. El
cáncer de un niño, es diferente al de
otro niño
Como humanos, solemos
comparar y mucho más en casos de cáncer infantil, en los que no queremos ser los únicos, y cuando
encontramos casos similares, empezamos a establecer juicios o parámetros que generalizan. Pero
esto es un error, pues este monstruo de mil caras como yo le llamo, actúa diferente en todos los niños, así que no es
sano comparar mi caso con el de otros niños. Lo que ha funcionado para unos, no
ha funcionado para otros.
6. Los golpes
en la cabeza, generan tumores cerebrales:
Es falso que pensemos que un golpe puede
generar un tumor cerebral, si esto fuese cierto creo que el 99% de la población,
padecería de tumores cerebrales.
7. La
radiación emitida por los celulares y microondas, son los causantes de los
tumores cerebrales:
Es falso, si esto fuese cierto, no llegaría niños con
tumores cerebrales y otros tipos de cáncer, provenientes de la alta guajira,
las selvas del choco y el amazonas, zonas donde sus madres no cargan con el
celular en la mano todo el día y mucho menos calientan la comida en microondas.
8. Buscar
culpables, es muy humano tratar de buscar un responsable, pero lo único cierto
es que no existe algo o alguien culpable de ningún tipo de cáncer infantil. No
te desgastes en escudriñar tu pasado, el de tu pareja o el de tu familia, nadie
tiene la culpa.
¿y
entonces que podemos hacer por nuestros hijos?
Llevar
un estilo de vida saludable, nunca está de más, yo lo sigo haciendo a pesar de
mi desengaño, por que me apasiona vivir saludablemente, no conozco otra forma
de vivir.
Creo
que es mucho lo que se puede hacer, pero se debe hacer desde la juventud, si estamos pensando en
convertirnos en padres en un futuro. Lo correcto es no esperar a quedar en
embarazo para comer saludable y tener actividad física.
Ser
consciente, de que hemos dado lo mejor hasta el extremo, nunca debemos
cansarnos de darles lo mejor y de enseñarles buenos hábitos. Aunque eso no
garantice que el cáncer se mantenga alejado de nuestros hijos.
Por
último y lo más importante que podemos hacer por nuestros hijos es amarlos,
amarlos con locura, intensamente, disfrutar de sus vidas como el regalo más valioso del mundo, y
hacerlos muy muy felices, darlo todo por verlos sonreír, aunque esten
afrontando una cruel enfermedad como el cáncer.