Mi camino se ha partido en dos, desde que el cáncer toco la puerta de nuestro
hogar y se llevo a nuestro hijo menor ”Jerónimo”.
Hoy decido levantarme y honrar la
memoria de mi hijo decidiendo ser feliz, ¡muy feliz!, tal como el lo fue,
siguiendo su ejemplo.
¡Que gran maestro, mi
pequeño!
En este camino, trae mucha felicidad a mi vida, compartir
con niñ@s diagnosticados con cáncer o enfermedades catastróficas y sus padres.
Brindarles un poco de mi experiencia y también un poco de
esas cosas materiales, espirituales y
del alma que en esos momentos de tragedia hacen tanta falta.
Hoy agradezco la bondad de Dios al darme una familia
numerosa y maravillosa que en todo momento estuvo presente, pues la mayoría de
niñ@s que están viviendo esta enfermedad solo cuentan con su madre y su padre o
uno de los dos y en muchos casos afrontan la enfermedad en abandono.
Agradezco a todos los que se unieron en oración, a quienes
traspasaron las fronteras del mundo virtual de las redes sociales y estuvieron pendientes desde el comienzo
hasta el final. Pero quiero decirles que aún no es el final y que los sigo
necesitando a todos en el inicio de este proyecto de vida llamado “Jerónimo,
¡Soy muy Feliz!” Con el que anhelo llevar la felicidad que mi familia y yo, sentimos de contar con su amor incondicional, sin importar el desenlace
final, se que hay muchas familias que nos necesitan.
Con Amor,
Natalia Ortiz
Jerito esta feliz muuuuuyyyyyy feliz, esta con el señor en el paraíso.
ResponderEliminarsiempre que piense en ti sere aun mas feliz
ResponderEliminaryo soy Feliz mi pequeño
ResponderEliminar¿Qué es la felicidad? ¿Dónde se encuentra aquél elixir de vida que aliviana nuestras tristezas y eleva nuestras almas?...
ResponderEliminarEn sus efímeras y cortas vidas Jerónimo y otros niños victimas del cancer logran enseñarle al mundo que la felicidad no está hecha para ser entendida ni buscada. La felicidad nace en el mismo momento que decidimos ser felices, y ¿qué mejor manera de vivirla que con la sabia inocencia de la infancia?
Digo sabia porque para mi no existe ser más ilustrado en cuanto al tema de vivir que un niño... Sencillamente viven; viven sin miedo a vivir, sin miedo a saltar más alto, sin miedo a reir jugueteando con la llúvia o a llorar bajo la cúpula infinita que yace sobre nuestras cabezas.
Aún más importante, viven sin miedo a perdonar las almas de aquellos que nos hemos envuelto en capas y capas de indiferencia ignorando las cosas que realmente trascienden en nuestro corto camino por este planeta, un planeta que nos habla y nos pide a gritos un cambio, una vuelta de página para reescribir la historia de la humanidad.
Hoy invito a que digamos NO MÁS a esa felicidad material y consumista que es vedida a nuestros hij@s, sobrin@s, ti@s y abuel@s por todos los medios de comunicación en paquetes de vanalidades que solo logran dejar nuestras almas más y más vacías en un planeta que clama por amor e invito a que cambiemos nuestros estereotipos y modelos a seguir por aquellos modelos que son recipiente del amor más puro y sincero, los niños.